Dirk Bogarde

Todos mis respetos, a su inteligencia, sensibilidad para escribir y actuar y, como no, a su físico, imponente, lejos de cualquier niño tonto. Que viva la muerte en Venecia si es contigo, una persona que nunca llegó a ocaso ninguno, por lo menos visto desde aqui, el verdadero Tadzio es el que observa, no el observado.